Programa

Economía Política CNBA - Propuesta Ricardo Romero

Presentación

El curso está estructurado para el calendario académico del Colegio y en base a los contenidos mínimos del Plan de Estudios, que se compone de tres partes y seis unidades.

El abordaje de la materia se realiza bajos dos ejes generales. En primer lugar: se exponen las diferentes corrientes teóricas del pensamiento económico, delimitando el campo de “lo económico” y la forma de abordaje del mismo, realizado por parte de la Economía Política y la Economía. Incluyendo algunas visiones de economistas argentinos. A la vez, los conceptos elaborados por las distintas escuelas se estudiaran directamente desde las fuentes bibliográficas, se analizarán su aplicación práctica tanto en su contexto histórico y como en la actualidad.


En segundo lugar, se profundizan los conocimientos aportados por el instrumental teórico y técnico desarrollados por la macroeconomía y la microeconomía. A su vez, se delimitan los mecanismos de Políticas Económicas en materia fiscal, monetaria y de comercio internacional. Se indaga sobre la formación de la economía moderna en general y la evolución de la historia económica argentina en particular. Se busca desplegar los conocimientos adquiridos, en la búsqueda de un análisis crítico al desarrollo económico actual y la viabilidad, o no, de políticas económicas alternativas.

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jueves, 19 de abril de 2012

Sobre la Mercancía - Ricardo Romero

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
Carrera de Economía

Materia: Economía Marxista
Profesor: Dr. Pablo Levín.

Tema: MARX, Karl, El Capital: Crítica de la Economía Política, FCE, México, 1986

Comentario

Capítulo I: Mercancía

Lic. Ricardo Romero

Politólogo y Especialista en Historia Económica (UBA). Diploma Superior en Economía Brasileña (UNSAM). Estudia Economía y cursa actualmente la Maestría en Historia Económica y de las Políticas Económicas- Universidad de Buenos Aires.
Profesor de Economía del Colegio Nacional de Buenos Aires.


Capítulo I: Mercancía,

Comentario Crítico:

A manera de presentación

Las páginas que llenan este trabajo intentan reflexionar sobre los conceptos esbozados en el Capítulo 1, del Tomo I, de: El Capital, crítica a la economía política. Con el exhaustivo seguimiento de los conceptos abordados en el mismo. A la vez, se pretende incluir los comentarios críticos realizados por el Dr. Levín a la obra y sostener una crítica propia al mismo. De esta manera el trabajo se compone de tres partes.
La primera se aboca a leer detenidamente el capitulo seleccionado, dando una lectura propia al mismo, pero siempre anclado en el escrito de Marx. Comenzando a señalar los puntos de la crítica levinista. Esta es la parte más extensa, pero a la vez es la más importante a considerar para pasar al segundo momento.
Al realizar esta lectura profunda exponemos de manera sucinta la critica de Levin al pasaje praxiológico que realiza Marx de la primera figura de la mercancía a la segunda. A la vez, se profundizan los puntos señalados en la primer parte. Por último, y de manera irresponsable, se realiza una critica a Levin y a Marx, como una propuesta de investigación a desarrollar.
Necesariamente, quien quiera arribar a una crítica acabada, tanto de Levín como de Marx, debería tomar la ejercitación de la primer parte con el total de la obra, sin embargo, por razones de tiempo, aquí sólo lo dejaremos como inquietudes teóricas.

Capitulo I: La Mercancía .

Presentación

Las páginas asignadas a este capítulo, aborda el concepto de Mercancía, desde sus dos caras: el valor de uso y el valor de cambio. Se explican claramente ambas formas y se analiza el doble carácter del trabajo representado en la Mercancía. Allí, temas como: división del trabajo; trabajo útil y trabajo humano/trabajo simple; son desarrollados ampliamente por el autor.
Se muestra, en primer termino, la expresión de valor: en su forma relativa y su forma equivalencial. Explicando sus significados y marcando sus diferencias. Se finaliza con una descripción de la forma total o desarrollada del valor que introduce al tema: siguiente: la forma general del Valor y las mediaciones sociales que derivan a la forma Dinero, profundizando en el análisis del “fetichismo” que rodea al valor de todas las mercancías, que no esta dado por las condiciones naturales de ellas, sino por una compleja relación social e ideológica.
Sintetizándose así la crítica a la Economía Política Clásica, que a juicio de Marx: "...uno de los defectos fundamentales...(de la misma)...es no haber conseguido jamás desentrañar del análisis de la mercancía, y más especialmente del valor de ésta, la forma del valor que lo convierte en valor de cambio..." p. 45, cita 35.

1 Los dos factores de la mercancía: valor de uso y valor (sustancia y magnitud del valor)

Nos comenta Carlos Marx: “...La riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías...” p.3, es por eso que la Mercancía  se constituye como forma del Capital y tema sustancial de investigación. La afirmación sobre la riqueza se concentra en su aspecto material, sin preguntarse por consideraciones de tipo social.
En primer termino se expone la diferencia entre “valor de uso” y valor. “...La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas de cualquier clase que ellas sean...”. p. 3. Se manifiesta una definición simple de una mercancía, y su relación con la capacidad de satisfacer necesidades, sean fisiológicas o culturales, e incluso, que las mismas lo hagan directamente o indirectamente, dejando sutilmente un diferenciación entre mercancías que se consumen y las que se utilizan en la producción de otras mercancías.

Valor Uso

Define a continuación el concepto de Valor de Uso partiendo del aspecto útil que presenta un objeto o cosa, nos dice: “...Todo objeto útil (...) puede considerarse desde dos puntos de vista: atendiendo a su calidad o a su cantidad...”
Este aspecto es altamente importante, puesto que diferencia a Marx de Ricardo en el concepto de Valor de Uso. Debido a que Marx asigna a la cantidad una relación, en el marco de la Mercancía, con la utilidad. De esta manera, el número que se tengo del bien condiciona al Valor de Uso en el marco de la sociedad capitalista, dando su carácter y determinación histórica.
Necesariamente un bien encuentra su utilidad en un contexto histórico. "...las distintas modalidades de uso de las cosas, constituye un hecho histórico...", en cita al pie, Marx critica a Nicolás Barbón que plantea la ahistoricidad de la utilidad de una cosa, cuando cita como ejemplo la capacidad del imán de atraer el hierro, diciéndole: "...la propiedad del imán de atraer al hierro no fue útil hasta que por medio de ella descubrió la polaridad magnética...", p. 3 cit. 3.
De esta forma y con éstos condicionantes, al Valor de Uso de un objeto lo constituye su utilidad. “...La utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso (...) está condicionado por las cualidades materiales de la mercancía y no puede existir sin ellas. Lo que constituye un “valor de uso” es la materialidad de la mercancía misma, el hierro, el trigo, el diamante, etc. Y este carácter de la mercancía no depende de que la apropiación de sus cualidades útiles cueste al hombre mucho o poco trabajo...” pp. 3 y 4. Aquí anticipa sutilmente la diferenciación con la sustancia del Valor.
Sin embargo lo relaciona al plantear: “...Los valores de uso forman el contenido material de la riqueza, cualquiera que sea la forma de ésta. En el tipo de sociedad que nos proponemos estudiar, los valores de uso son, además, el soporte material del valor de cambio...” (subrayado mío):
El análisis ampliado del Valor de Uso "...suministran los materiales para una disciplina especial: la del conocimiento pericial de las mercancías..." p.4. Marx aquí deja a la Merceología una ardua tarea.

Valor de Cambio

Pareciese que no existe una determinación específica del Valor de Cambio, en este sentido dice Marx: “...A primera vista, el valor de cambio aparece como la relación cuantitativa, la proporción en que se cambian valores de uso de una clase de valores de uso por otra (...) parece, pues, como si el valor de cambio fuese algo puramente casual y relativo, como si, por lo tanto, fuese una contradictio in adjecto la existencia de un valor de cambio interno, inmanente a la mercancía (valuer intrinséque). Pero, observemos la cosa más cerca...” p.4 Pero para arribar a una delimitación del aspecto constante que delimita el valor de cambio plantea una forma.
Método: “...Para determinar y comparar las áreas de dos polígonos hay que convertirlos previamente en triángulos (...)Exactamente los mismo ocurre con los valores de cambio de las mercancías: hay que reducirlos necesariamente a un algo común...” p.5 Resulta importante delimitar este punto, debido a que esta praxiología aristotélica es un blanco de los dardos críticos del Dr. Levín.
Eso no puede ser la utilidad, tal como lo intenta la economía neoclásica. Afirma Marx: “...Las propiedades materiales de las cosas sólo interesan cuando las consideraciones como objetos útiles, es decir, como valores de uso (...) Como Valores de uso, las mercancías representan, ante todo, cualidades distintas; como valores de cambio, sólo se distinguen por la cantidad: no encierran, por tanto, ni  átomo de valor de uso...” p. 5.
“...Ahora bien, si prescindimos del valor de uso de las mercancías éstas sólo conservan una cualidad: la de ser productos del trabajo (...) Aquí se realiza un pasaje a la segunda forma de la mercancía sin desarrollar la transición, según Levín. Al prescindir de su valor uso, prescindimos también de los elementos materiales y de las formas que las convierten en tal valor de uso. (...) Todas sus propiedades materiales se habrían evaporado (...) y las formas concretas de estos trabajos se reducirían al mismo trabajo humano, al trabajo humano abstracto.” pp. 5 y 6.
De esta forma se llega a que: "...prescindiendo real y verdaderamente del valor de uso (...) obtendremos el valor tal como acabamos de definirlo. Aquel algo común que toma cuerpo en la relación de cambio o valor de cambio de la mercancía es, por tanto, su valor...". Eso común esta delimitado en el hecho de que en: “...Estos objetos nos dicen que en su producción se ha invertido fuerza humana de trabajo, se ha acumulado trabajo humano(...) estos objetos son valores-mercancías “..." Por tanto, un valor de uso, un bien, sólo encierra un valor por ser encarnación o materialización del trabajo humano abstracto (...) Sintetizando: la magnitud de este valor se mide por la cantidad de trabajo que encierra y ésta se mide por el tiempo de duración y el tiempo de trabajo. p. 6.
Pero éste esta determinado social e históricamente: “...Tiempo de trabajo socialmente necesario es aquel que se requiere para producir un valor de uso cualquiera, en condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo imperantes en la sociedad..." Expone cómo se relaciona el trabajo textil determinado por el uso del telar a vapor. En este sentido, queda claro que cada momento histórico condiciona al trabajo.
Reafirma de esta forma: "...lo que determina la magnitud de valor de un objeto es la cantidad de trabajo socialmente necesario (...) Mercancías que encierran cantidades de trabajo iguales(...)representan las mismas magnitudes de valor...” pp. 6 y 7. Aquí reluce ya el concepto de Valor.
Por tanto, la capacidad productiva condiciona al Valor, “...el tiempo de trabajo necesario cambia al cambiar la capacidad productiva del trabajo...” que “... depende de una serie de factores, entre los cuales se cuentan el grado medio de destreza del obrero, el nivel de progreso de la ciencia y de sus aplicaciones, la organización social del proceso de producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales (...) La magnitud de valor de una mercancía permanecería, por tanto, constante, invariable, si permaneciese también constante el tiempo de trabajo necesario para su producción. Pero éste cambia al cambiar la capacidad productiva del trabajo...” p. 7
Sentencia Marx sobre el trabajo en su relación con el Valor: “...Por lo tanto, la magnitud del valor de una mercancía cambia e razón directa a la cantidad y en razón inversa a la capacidad productiva del trabajo que en ella se invierte...” p.8.
Pero que un objeto sea producto del trabajo no lo torna una mercancía, para que esto ocurra debe necesariamente intercambiarse, interviniendo una relación social. "...Para producir mercancías, no basta producir valores de uso, sino que es menester producir valores para otros, valores de uso sociales...". Esta delimitación omite la necesaria implicancia del concepto de propiedad.

2 Doble carácter del trabajo representado por la mercancía

Este punto es esencial en la crítica de Marx a la Economía Política Clásica, debida a que la misma no distingue el doble carácter del trabajo representado en la Mercancía, dice Marx "... Nadie, hasta ahora, había puesto de relieve críticamente este doble..."p. 9. En sus dos caras: la del valor de uso y la del valor de cambio, el trabajo tiene la capacidad de crear valores de uso, a la vez, es expresión misma del valor.
Un objeto que satisface una necesidad humana ha requerido un determinada actividad productiva, de esta forma: “...El trabajo cuya utilidad viene a materializarse en el valor de uso de su producto, es lo que llamamos, trabajo útil.” p. 9. El trabajo está necesariamente relacionado a su utilidad.
En tanto que en el valor de uso se materializan diferentes tipos de trabajos, “...Los valores de uso no pueden enfrentarse los unos con los otros como mercancías si no encierran trabajos útiles cualitativamente distintos...” p. 9. La actividad creadora del hombre es una referencia genérica al cuál se puede reducir estos objetos en tanto mercancías. “...como trabajo útil, el trabajo es, condición de vida del hombre(...)sin la que no se concebiría el intercambio orgánico entre el hombre y la naturaleza(...) Los valores de uso (...) son combinaciones de dos elementos: la materia y el trabajo...” p. 10. Así es que se considera Trabajo a la actividad exclusiva del hombre. Este es su carácter creador de valores de uso.
De esta forma, la división social del trabajo en un conjunto de trabajos útiles que difieren unos de otros en género, especie, familia y variedad es una condición de la producción de mercancías. En esta parte se definen los términos como trabajo útil y trabajo simple para vincularlos con el concepto de Valor. Observa: “...El trabajo del sastre y el del tejedor, aun representando actividades productivas cualitativamente distintas, tiene de común el ser un gasto productivo de cerebro humano (...) ambos son trabajos humanos...” p. 11. Reduciendo su forma: “...El trabajo humano es el empleo de esa simple fuerza de trabajo que todo hombre común y corriente, por término medio, posee en su organismo corpóreo, sin necesidad de una especial educación...”. Aquí comete un reduccionismo al decir: “...El trabajo complejo no es más que trabajo simple potenciado, o mejor dicho multiplicado...” p. 11. Esto le permite afirmar: “...si con relación al valor de uso el trabajo representado por la mercancía sólo interesa cualitativamente, con relación a la magnitud del valor interesa sólo en su aspecto cuantitativo, una vez reducido a la unidad de trabajo humano puro y simple...” p. 12.
Aquí, el trabajo pasa a tener su otro carácter, el de expresar Valor, siguiendo el planteo: “...Cuanto mayor sea la cantidad de valor de uso mayor será la riqueza material. (...) Sin embargo, puede ocurrir que a medida que crece la riqueza material, disminuya la magnitud de valor que representa. Estas fluctuaciones se explican por el doble carácter del trabajo (...) El mismo trabajo rinde durante el mismo tiempo, idéntica cantidad de valor, por mucho que cambie su capacidad productiva. En cambio, puede arrojar en el mismo tiempo cantidades distintas de valores de uso, mayores o menores según que su capacidad productiva aumente o disminuya (...). todo trabajo es, de una parte, gasto de la fuerza humana de trabajo(...) como tal (...) forma parte del valor de la mercancía...) p. 13.

3 La forma del valor o valor de cambio

Se expone en este punto la transición a la forma dineraria de la mercancía. En este sentido comenta que mercancías poseen una forma natural y una forma valor. Su materialidad como valores sólo puede revelarse en la relación social de unas mercancías con otras. El problema es que en el Valor la materialidad de la mercancía se evapora, no dice, "...en su valor objetivado no entra ni un átomo de materia natural..." p. 14. Como los valores son una expresión del trabajo humano es una relación social que contrapone a las mercancías entre sí, "...Recordemos, sin embargo, que las mercancías sólo se materializan como valores en cuanto sin expresión de una misma unidad social: trabajo humano...", p. 14. Que salto! le dice Levín, pero este aspecto es genérico, ¿Cuál es la medida real en el intercambió?
Necesariamente se debe hacer presente el análisis del Dinero, afirma Marx “...las mercancías poseen una forma común de valor (...) el dinero...” p. 15. Pero la economía burguesa no se ha interrogado por la génesis de esa forma dineraria. Es por eso que desarrolla el proceso desde su forma más simple hasta llegar al Dinero. Tal como se presenta un objeto observamos que: “...La relación de valor entre dos mercancías constituye, la expresión más simple de valor...” p. 15

A Forma simple, concreta o fortuita del valor

x mercancía A = y mercancía B, o bien, x mercancía A vale y mercancía B

 1 Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma equivalencial

Se definen los conceptos de forma relativa y la forma equivalencial del valor. Estas formas se excluyen la una a la otra como los dos polos opuestos y antagónicos de la misma expresión del valor. Dice Marx “...El lienzo expresa su valor en la levita; la levita sirve de material para esta expresión de valor. La primera mercancía desempeña un papel activo, la segunda un papel pasivo. El valor de la primera mercancía aparece bajo la forma del valor relativo, o lo que es lo mismo, reviste la forma relativa del valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, o lo que es lo mismo, reviste forma equivalencial...” p. 15. Una mercancía sólo puede expresarse en forma relativa en otra, delimitando su forma equivalencial sólo en la posibilidad del intercambio efectivo de ambas. Y que exista propiedad efectiva de las mima, amplia Richard.

2. La forma relativa del valor

a Contenido de la forma relativa del valor

La preocupación de Marx es buscar una unidad de medida que pueda determinar cuantitativamente el Valor “...para que las magnitudes de objetos distintos puedan ser cualitativamente comparables entre sí, es necesario ante todo reducirlas a la misma unidad...” p. 16. En tanto “...Lienzo = levita es la fórmula que sirve de base a la relación (...) en la relación de valor del lienzo, la levita sólo nos interesa como valor materializado o encarnación corpórea de valor....” p. 17. Es así que: “...el valor de una mercancía se expresa en el valor de uso de otra (...) y reviste la forma del valor relativo...” p. 19. Para decir que: "..el trabajo considerado como trabajo humano, crea su propio valor...", nos dice que: "...la levita, en lo que tiene de valor está formada por el mismo trabajo que el lienzo...” p. 19.

b Determinabilidad cuantitativa de la forma relativa del valor

Se aclara que en la relación de valor entre dos mercancías no sólo equiparamos cualitativamente la mercancía, en tanto valor, sino también cuantitativamente en tanto una proporción con una determinada cantidad. Es así que Marx expone 4 relaciones de magnitud.
I)“...El valor relativo de la mercancía A, o sea, su valor expresado en la mercancía B, aumenta y disminuye, en razón directa al aumento o disminución experimentados por la mercancía A, siempre y cuando que el valor de la segunda permanezca constante...” p. 20.
II)“... permaneciendo inalterable el valor de la mercancía A, su valor relativo, expresado en la mercancía B, aumenta o disminuye en razón inversa a los cambios de valor experimentados por ésta...” p. 21.
III) “...Si los valores de todas las mercancías aumentasen o disminuyesen al mismo tiempo y en la misma proporción, sus valores relativos permanecerían invariables...” p. 21.
IV)“... los cambios efectivos que pueden darse en la magnitud del valor, no se acusan de un modo inequívoco ni completo en su expresión relativa o en la magnitud del valor relativo...” p. 21.
Son posibles estas afirmaciones, en tanto que se ha determinado que el tiempo de trabajo abstracto y simple regula esta relación. Esto reafirma la forma praxiológica de definición de Valor, como critica Levín.

3. La forma equivalencial

En la esta instancia el intercambio se hace posible en tanto una equivale a la otra, por ende es independiente de su materialidad. “...La forma equivalencial de una mercancía es la posibilidad de cambiarse directamente por otra mercancía...” p. 22, por ende, "...el valor de uso se convierte en forma o expresión de su antitesis, o sea de su valor..."p. 23. Aquí esta el Valor mercantil, en su forma específica. Es así que: “... en la expresión del valor del lienzo, la levita asume una propiedad sobrenatural de ambos objetos, algo puramente social: su valor...” p. 24. De esta forma, “...La materialidad corpórea de la mercancía que sirve de equivalente rige siempre como encarnación del trabajo humano abstracto y es siempre producto de un determinado trabajo concreto, útil; es decir, que este trabajo concreto se convierte en expresión de trabajo humano abstracto...” p. 24. Aquí está el Valor en su forma genérica, según Levín.
Le responde Marx, este proceso de cambio permite que “...Para expresar que el tejer no crea el valor del lienzo en su forma concreta de actividad textil, sino en su modalidad general de trabajo humano, se le compara con el trabajo del sastre, con el trabajo concreto que produce el equivalente del lienzo, como forma tangible de realización del trabajo humano abstracto (...) el trabajo concreto se convierte aquí en forma o manifestación de su antítesis, o sea, del trabajo humano abstracto (...) en la forma equivalencial el trabajo privado reviste la forma de su antítesis, o sea, del trabajo en forma directamente social...” p. 25. No es otra cosa que el valor de cambio, aunque Levín lo distinguirá del Valor Mercantil.
De esta forma podemos iniciar el camino a la forma dineraria, como señala Marx: “...Aristóteles dice claramente que la forma-dinero de la mercancía no hace más que desarrollar la forma simple del valor. (...) Lo que acredita el genio de Aristóteles es el haber descubierto en la expresión del valor de las mercancías una relación de igualdad. Fue la limitación histórica de la sociedad la que le impidió desentrañar en qué consistía esta relación de igualdad...” pp. 25 y 26. Lo que analizará Marx en su relación Genérica.

4. La forma simple del valor, vista en conjunto

Partiendo de que la mercancía es valor de uso y valor de cambio, Marx expone que: “... el valor de una mercancía se expresa independientemente al representarla como valor de cambio. (...) La mercancía es valor de uso, objeto útil, y valor. A partir del momento en que su valor reviste una forma propia de manifestarse, distinta de su forma natural, la mercancía revela este doble aspecto suyo, pero no reviste jamás aquella forma si la contemplamos aisladamente...” p. 27. Existe, pues, algo fuera del objeto, que se expresa en el cambio. En este sentido, “...La forma simple del valor de una mercancía es la forma simple en que se manifiesta la antítesis de valor de uso y de valor encerrada en ella. (...) A la forma simple y relativa del valor de una mercancía corresponde la forma concreta equivalencial de otra...” p. 28.

B. Forma total o desarrollo del valor

z mercancía A = u mercancía B, o = v mercancía C, o = w mercancía D, etc.

1 La forma relativa del valor desarrollada

En esta segunda instancia de la forma relativa del valor, la mercancía se expresa relativamente en cualquier mercancía de manera indistinta, así: “... el trabajo creador de valor se representa ahora explícitamente como un trabajo equiparable a todo otro trabajo humano cualquiera...” p. 29. Así, un cosa cualquiera, establece una relación total con otras, “...Como se ve, su forma de valor pone ahora al lienzo en relación con el mundo de las mercancías en general...” p. 29.
En esta relación, Marx contradice a Levín cuando dice: “...Ahora, es evidente que la magnitud de valor de la mercancía no se regula por el cambio, sino que, al revés, éste se halla regulado por la magnitud de valor de la mercancía...” p. 29. Cabe preguntarse porqué?.

2 La forma equivalencial concreta

Al relacionarse en varios objetos, una cosa expresa totalmente su Valor contenido, como dice Marx: “...Toda mercancía (...) desempeña, en la expresión de valor del lienzo, el papel de equivalente, y por tanto de materialización del valor...” p. 29. Al existir un concepto genérico de Valor se puede establecer relación equivalencial entre las mercancías.

3 Defectos de la forma total o desarrollada del valor

Pero esta relación de Valor tiene sus límites en la comprensión de la Mercancía. Marx menciona tres defectos:
“... la expresión relativa del valor de la mercancía es siempre incompleta, pues la serie en que toma cuerpo no se acaba nunca...” p. 30.
“... ante nosotros se despliega un mosaico abigarrado de expresiones de valor dispares y distintas...” p. 30.
“... si el valor relativo de toda mercancía se expresa, como necesariamente tiene que expresarse, en esta forma desarrollada, la forma relativa del valor de cada mercancía se representa por una serie infinita de expresiones de valor distintas de la forma relativa de valor de cualquier otra mercancía. Los defectos de la forma relativa del valor desarrollada se reflejan, a su vez, en la correspondiente forma equivalencial...” p. 30.
Observamos que en esta instancia nos acercamos al Valor, pero aún no podemos delimitar su cuantitatividad específica, debemos esperar a la Forma General del Valor para lograrla.

Forma General del Valor

X cantidad de mercancías = 20 varas de lienzo

1- Nuevo carácter de la forma de valor.
Existen tres formas de valor, donde se ponen de manifiesto intercambios de diversas mercancías entre los hombres. Una primera forma de cambio es la que se utiliza en las sociedades más primitivas; en ella, una mercancía se cambia por otra, siempre poniendo en relación de dos a los bienes, pero nunca superando ese nivel. En otra forma, los bienes se cambian por una serie de diversas mercancías, y en la tercera forma se cambian por una sola clase de mercancías, que relaciona y une a todas las mercancías como valores, es una forma que rige socialmente: “...Una mercancía sólo puede cobrar expresión general de valor si al propio tiempo las demás expresan todas su valor en el mismo equivalente, y cada nueva clase de mercancías que aparece tiene que seguir el mismo camino necesariamente...” p32. En esta instancia paulatinamente una mercancía toma cuerpo material del valor.

2- Relación entre el desarrollo de la forma relativa del valor y el de la forma de equivalente.
Hay una gran correspondencia entre la forma equivalencial (que intercambia una mercancía por otra aisladamente del resto de las mismas) y la forma relativa del valor (corresponde una mercancía con todas las otras) ya que la primera nos viene dada por la otra. Existe, sin embargo una antítesis entre los dos conceptos, que se explica donde sigue: “...[en la forma I], según se lea hacia adelante o hacia atrás, cada una de las mercancías que forman sus términos (...) ocupa el lugar de la forma relativa del valor o el de la forma equivalencial. Aquí resulta todavía difícil fijar los dos polos antitéticos. En la forma II, sólo una de las clases de mercancías puede desarrollar íntegramente su valor relativo, sólo ella posee en sí misma la forma relativa de valor desarrollada. [La forma III] imprime al mundo de las mercancías la forma relativa general-social del valor, ya que todas las mercancías que lo componen, a excepción de una sola, quedan al margen de la forma de equivalente general...” p34. En la forma III esta presente el Valor, que llega anunciando su nueva expresión total y generalizada, que se compara con todas y que todas se encuentran en ella.

3- Tránsito de la forma general del valor a la forma dinero.
Determinado el equivalente general en la forma III, donde las mercancías se equivalen a otra, termina por evolucionar a la forma IV, la forma dinero, cuando una mercancía es tomada socialmente como equivalente constante. Esta mercancía tendrá, por consiguiente, la función monopolizada de ser el equivalente general. Se utiliza desde tiempos inmemorables al oro como dinero, y si expresamos el valor de una mercancía en la otra que funciona como dinero, tendremos la forma precio. “..Al igual que todas las demás mercancías, el oro funcionaba respecto a éstas como equivalente (...) tan pronto como conquista el monopolio de estas funciones en la expresión de valor del mundo de las mercancías, el oro se convierte en la mercancía dinero...” p35

D Forma Dinero
X cantidad de mercancías = 2 onzas de oro
Aquí el oro reemplaza al lienzo, de esta manera, “...en la Forma IV, el oro desempeña la función de equivalente general, que en la forma III, correspondía al lienzo...”. Se ve, en el desarrollo de las formas, que el Dinero esta en la forma simple de la mercancía.

4- El fetichismo de la mercancía, y su secreto.

Las mercancías desde su aspecto como valor de uso no tienen nada de misterioso, pero cuando comienzan a comportarse como “mercancías”,o sea se intercambian, se convierten en un objeto físicamente metafísico, cuyo valor parece venir de sus condiciones naturales o se naturalizan. Esta idea es errónea, ya que el valor, en realidad, viene fijado por el trabajo del hombre, su cantidad y tiempo empleados para fabricar tal o cual mercancía. “...El carácter misterioso de la forma mercancía estriba (...) en  que proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo ...” p37.
Es en el mercado donde el trabajo adquiere una función social, ya que los hombres trabajan los unos para los otros. “...En las mercancías, la igualdad de los trabajos humanos asume la forma material de una objetivación igual de valor de los productos de trabajo (...) y, finalmente, las relaciones entre unos y otros productores, (...) cobran la forma de una relación social entre los propios productos de su trabajo...” p37. “...la forma fantasmagórica de una relación entre objetos materiales no es más que una relación social concreta establecida entre los mismos hombres..” p38.
De esta manera, y aunque nos sorprenda, los productos del trabajo, tan pronto como se hacen mercancías, se rodean de un fetichismo, de esa práctica social mercantil. Que en realidad, este carácter fetichista (que constituye toda una ideología) viene dado por el carácter social genuino y peculiar del trabajo productor de mercancías. Es importante la relación de los trabajos privados entre sí: “...Si los objetos útiles adoptan la forma de mercancías es, pura y simplemente, porque son productos de trabajos privados independientes los unos de los otros. El conjunto de estos trabajos privados forma el trabajo colectivo de la sociedad. (...) los trabajos privados sólo funcionan como eslabones del trabajo colectivo de la sociedad por medio de las relaciones que el cambio establece entre los productos del trabajo y, a través de ellos, entre los productores. Aparecen relaciones materiales entre personas y relaciones sociales entre cosas..” p 38.
Esta claro aquí, y Marx se acerca a Levín, que será recién en el acto de cambio donde los productos del trabajo cobren un valor material social diferente de su valor como objetos útiles, aunque Levín lo bautiza como Valor Mercantil. Y sigue el vínculo al ver que en el cambio es donde los trabajos privados asumen el máximo de su carácter social, ya que adquieren una doble significación social: por un lado, los hombres trabajan los unos para los otros, y por otro lado, enfrentan los resultados de sus trabajos en el mercado, productor devenido en mercader.
Para esto: “...De una parte, considerados [los trabajos privados], tienen que satisfacer una determinada necesidad social y encajar, por tanto, dentro del trabajo colectivo de la sociedad (...) Mas, por otra parte, sólo serán aptos para satisfacer las múltiples necesidades de sus propios productores en la medida en que cada uno de esos trabajos privados y útiles concretos sea susceptible de ser cambiado por cualquier otro trabajo privado útil, o lo que es lo mismo, en la medida en que represente un equivalente suyo..” p39. Necesariamente el carácter privado implica propiedad.
Pero Marx cae nuevamente en su salto virtual al Valor, para reniego de Levín, cuando dice: “...Para encontrar la igualdad toto coelo de diversos trabajos, hay que hacer forzosamente abstracción de su desigualdad real, reducirlos al carácter común a todos ellos, como desgaste de fuerza de trabajo, como trabajo humano abstracto...” p.39.
Pero vuelve a buscar las paces con Levín cuando marca que el Valor puede manifestarse variablemente, debido a que en el mercado hay periodos de estabilidad de valor y también de desestabilidad, donde los valores pueden aumentar o decaer, sin que por eso se vea perjudicada la mercancía propiamente dicha, a decir: “...Lo que ante todo interesa prácticamente a los que cambian unos productos por otros, es saber (...) en que proporciones se cambiarán unos productos por otros. Tan pronto como esas proporciones cobran, por la fuerza de la costumbre, cierta fijeza, parece como si brotasen de la propia naturaleza inherente a los productos del trabajo (...) la determinación de la magnitud de valor por el tiempo de trabajo es, por tanto, el secreto que se esconde detrás de las oscilaciones aparentes de los valores relativos de las mercancías...”p.. 40. Pero no eso ya no es el valor sino la forma mercantil del mismo grita Levín.
Aclara Marx que esta relación social es histórica al decir: “...estas formas son precisamente las que constituyen las categorías de la economía burguesa. Son formas mentales aceptadas por la sociedad, y por tanto objetivas, en que se expresan las condiciones de producción de este régimen social de producción históricamente dado que es la producción de mercancías...” p41.
Desde las exposiciones robinsonianas de la economía burguesa clásica, pasando por la edad media y la economía familiar, hasta soñar con una sociedad de productores libres y asociados, en una producción común; el carácter material social emana de la actividad del trabajo humano como productor de cosas útiles. En tanto productos del trabajo, las mercancías se corporizan en él.
En tanto que“...en la sociedad productora de mercancías cuyo régimen social de producción consiste en comportarse respecto a sus productos como mercancías, es decir como valores..” expresa su carácter histórico este proceso al delimitar una religión adecuada al capitalismo; el cristianismo, debido a su culto del hombre abstracto y su modalidad burguesa protestante, que conlleva a trabajar más que a dedicar tiempo al ocio. De esta forma, comenta Marx: “...La forma de proceso social de vida, o lo que es lo mismo, del proceso material de producción, sólo se despojará de su halo místico cuando ese proceso sea obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando consciente y racional...” p. 44, pero esto sólo ha de lograrse tras alcanzar un avanzado- y muy costoso- estado de evolución social, necesariamente en un cambio social.
Es así que, termina concentra la crítica a la economía burguesa le reprocha no haber delimitado las diferencias del contenido del Valor, que si bien fue correctamente definido, no fue expuesto el por qué de su manifestación mercantil. Dice Marx “...uno de los defectos fundamentales de la economía política clásica es el no haber conseguido jamás desentrañar del análisis de la mercancía, y más especialmente del Valor de esta, la forma del valor que lo convierte en valor de cambio...” p. 45. ¿Y tu sí? Comenta Levín.
En este sentido, el valor de cambio también cae bajo el concepto fetichista que acosa a las mercancías, comenta Marx: “...el valor de cambio no es más que una determinada manera social de expresar el trabajo invertido en un objeto y no puede, por tanto, contener materia alguna natural, como no puede contenerla, v. gr., la cotización cambiaria...” p.46. Es el valor mercantil diría Levín.
De esta manera, se puede decir que el valor de uso no es atributo material de las mercancías, sí lo es el valor de cambio, que acarrea las relaciones entre mercancías. Por eso, se deduce: “...el valor (valor de cambio) es un atributo de las cosas, la riqueza (valor de uso) un atributo del hombre. El valor, considerado en este sentido, implica necesariamente el cambio; la riqueza, no...” p.47. Para concluir, señala: “...el hombre realiza el valor de uso de las cosas sin cambio, en un plano de relaciones directas con ellas, mientras que el valor sólo se realiza mediante el cambio, es decir en un proceso social...”p.47.
La sociedad mercantil nos une en la mercancía, en un nexo social mágico que esconde detrás la actividad productiva material del proceso de producción. En la mercancía está el Valor, el trabajo, el hombre....
Trabajo = Valor: un salto apresurado, crítica de Levín a Marx.
De la transición praxiológica a la mercantil
Como se señala anteriormente, cuando Marx describe el contenido el Valor, señala que este se compone de un aspecto común a todas las mercancías, el trabajo humano utilizado en su producción.
Resulta importante delimitar este punto, debido a que esta praxiología aristotélica es un blanco de los dardos críticos del Dr. Levín. Aquí se realiza un pasaje a la segunda forma de la mercancía sin desarrollar dicha transición, perdiendo los contenidos específicos del valor en la sociedad mercantil.
De esta manera, en la tesis de Levín se expone una vía conceptual, que pasa de la concepción neoclásica a la clásica, o sea de la primera figura de la mercancía a las segunda, sin renunciar a ninguno de los supuestos inherentes al pensamiento neoclásico, captando el Valor, desde la mercancía misma.
Cómo la entiende Levín, partiendo de la Ley de Molinari y la de Oferta y Demanda, se entiende que el comportamiento del productor se dirige hacia la producción donde se le de el máximo de beneficio. O sea si existiese una rama con precios superiores al valor, éste se orientara hacia la misma, pero su oferta y la llegada de otros oferentes provocará que el Precio caiga por debajo de su valor, ahora ya no es rentable quedarse aquí entonces se desplazaría hacia otra rama, provocando el movimiento tendencial del precio al valor.

La forma mercantil del Valor

De esta manera resta decir que el Valor adquiere una forma en el intercambio. Veamos pues como queda se expresa en la relación mercantil, entonces es necesario especificar el concepto de valor, algo en lo que Marx se queda a medio camino.
Siguiendo el pensamiento marxista, se aclara que en la relación de valor entre dos mercancías no sólo equiparamos cualitativamente la mercancía, en tanto valor, sino también cuantitativamente en tanto una proporción con una determinada cantidad. Es así que Marx expone 4 relaciones de magnitud.

I)“...El valor relativo de la mercancía A, o sea, su valor expresado en la mercancía B, aumenta y disminuye, en razón directa al aumento o disminución experimentados por la mercancía A, siempre y cuando que el valor de la segunda permanezca constante...” p. 20.
II)“... permaneciendo inalterable el valor de la mercancía A, su valor relativo, expresado en la mercancía B, aumenta o disminuye en razón inversa a los cambios de valor experimentados por ésta...” p. 21.
III) “...Si los valores de todas las mercancías aumentasen o disminuyesen al mismo tiempo y en la misma proporción, sus valores relativos permanecerían invariables...” p. 21.
IV)“... los cambios efectivos que pueden darse en la magnitud del valor, no se acusan de un modo inequívoco ni completo en su expresión relativa o en la magnitud del valor relativo...” p. 21.
Son posibles estas afirmaciones, en tanto que se ha determinado que el tiempo de trabajo abstracto y simple regula esta relación. Esto reafirma la forma praxiológica de definición de Valor, como critica Levín supra. De aquí, dirá que es necesario repensar el valor de cambioy distinguir el Valor Mercantil.
Marx contradice a Levín cuando dice: “...Ahora, es evidente que la magnitud de valor de la mercancía no se regula por el cambio, sino que, al revés, éste se halla regulado por la magnitud de valor de la mercancía...” p. 29. Cabe preguntarse porqué?.

Levín aclara que es sólo en el acto de cambio donde los productos del trabajo cobren un valor material social diferente de su valor como objetos útiles, aunque Levín lo bautiza como Valor Mercantil. Mediante esta categoría, se resuelve la relación dialéctica entre Valor y su forma mercantil específica.
En tanto que Valor se define por la cantidad de trabajo necesario para reproducir la mercancía; en valor mercantil, sin embargo, es la cantidad de trabajo social que el mercado, en su veredicto inapelable! , acepta al portador de una mercancía a entablar un vinculo mercantil.
Pero en la transacción, la cantidad de trabajo efectivizado, no necesariamente es igual al valor. Es así que, su cuantía puede ser superior, inferior o igual al valor, incluso algunas mercancías no tiene valor, o sea no hay trabajo utilizado en ella, pero, en al mercantilizarse, tienen valor mercantil: la tierra libre de mejoras, las mercancías irreproducibles y, de acuerdo con Levín, la fuerza de trabajo.

De esta manera se puede concluir que:
en el largo plazo, el valor mercantil de las mercancías reproducibles tiende a ajustarse con arreglo al valor.
en el corto plazo, en cambio pueden distanciarse, en cambio la vigencia del ajuste clásica pronto los unirá.
Vendrá a continuación la crítica.

Crítica de la Crítica, a manera de conclusión

Resulta osada y casi impertinente intentar realizar una crítica personal al asunto. Debido a que en frente se presenta un Clásico que se ha extendido a lo largo del siglo XX como verdad absoluta de muchas generaciones y ha dado un marco conceptual que desnuda la sociedad capitalista. Y por otro, se presenta una teoría que lo interpela en un punto crucial, que tiende a enfrentar a dos primos peleados, el clásico y neoclásico, planteando una conceptualización que pone de cabeza a dos siglos de Economía Política. Tras cartón, quien escribe, es un politólogo que intenta comprender cómo la escisión entre Sociedad Civil y Estado del siglo XIX tiende a desvanecerse en el siglo XX y a juntar al Estado y al Capital, o sea al Valor, en el mismo proceso económico.
Creo que sólo puedo apuntalar sobre los supuestos de la relación mercantil, diciendo que los mismos sólo se cumplen con el concepto de Estado, no existe relación mercantil sin propiedad y ésta se cristaliza en una marca institucional. De esa manera, seguir el razonamiento desde la óptica de productores libres, sin ver el proceso de secularización del Estado me parece una limitación teórica. Hay quienes dirán que es ésta es la forma de actuar de la Economía Política, y creo que quizás debería buscarse la Política de la Economía Política, o sea superarla. Y no es cierto que no es captable, o al menos quien escribe pasa sus noches intentando conceptualizarlo.
Sin comprender el Estado, no se comprende el mercado, debido a que es el mismo el que garantiza esa fetichización, y es quien aparece detrás del escenario mercantil para disciplinar a sus actores. Sólo así, la “Ley del Valor”, se tiende a cumplir. Y es un punto importante, debido a que se tiende a fetichizar al Estado, llamándolo administración pública, desvaneciendo su poder político su acción sobre el sacrosanto mercado. La política se deriva de la Mercancía y esta no existe sin ella.
Se plantea aquí la lucha entre el Homo Mercator y el Zoon Politikon.

En este capítulo, Marx: pone de manifiesto el sentido específico de la Mercancía en su determinación histórica.
Necesariamente bajo el estudio de una estructura productiva.
La palabra "factores" podría intercambiarse por "aspectos", implica la presentación cotidiana y simple de la mercancía.
Aquí necesariamente esta presente el anclaje histórico, no todas la sociedades consideraron a la mercancía como fuente de riqueza.
Forma: históricamente determinada.
Habiéndose desarrollado algunos ejes en: Contribución a la critica de la economía política, Berlin, 1859.
Aspectos ya definidos por Aristóteles y retomados por Smith y Ricardo
En esta parte se expone la forma en que los mercantilistas captan a la mercancía, con autonomía y objetivada. En tanto, que como práctica social, el valor de uso esta relacionado con la cantidad le da su especificidad material y la utilidad social.
Conste que Marx no hace ninguna referencia a que para que exista cambio debe existir propiedad. (Retomare la critica en la tercer parte).
Esta crítica será desarrollada en este trabajo.
“Dice A. Smith: “Cantidades iguales de trabajo poseen siempre el mismo valor para el obrero, en todos los tiempos y en todos los lugares, (...) el obrero tiene que sacrificar siempre la misma cantidad de descanso, libertad y dicha. (...) Smith confunde la determinación del valor por la cantidad de trabajo invertida en la producción de la mercancía con la determinación de los valores de las mercancías por el valor del trabajo (...) De otra parte, presiente que el trabajo (...) sólo interesa como gasto de fuerza de trabajo, pero vuelve a concebir este acto simplemente como un sacrificio del descanso, la libertad y la dicha del obrero, y no como una función normal de la vida.”.
Esto esta brillantemente desarrollado en las páginas 41 a 43. Y aquí aparece Ricardo a la carga.

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